These are Andrew's Advices

Kemp, A.H. (2018). Toward a transdisciplinary science of health and wellbeing spanning psychological science and epidemiology: a focus on vagal function.

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El bueno de Andrew H. Kemp (fuente: Google Scholar)

El bueno de Andrew H. Kemp (fuente: Google Scholar)

(…) vagal impairment may provide a ‘spark’ that triggers a downstream cascade of adverse physiological effects that could lead to increasing morbidity and premature mortality. This body of work represents the first steps towards a transdisciplinary science of health and wellbeing, spanning psychological science and epidemiology (…)

El bueno de Andrew H. Kemp sigue en su cruzada por encontrar el vínculo perdido entre la salud física y la mental. A mi me parece un tema increible y todos los esfuerzos que hace tienen un toque de divinidad, es una pena que no parezca que el mundo en general le vaya a hacer demasiado caso en el corto plazo, pero él tiene un buen trabajo y una familia y una buena vida en general.

A mí, personalmente, el haber trabajado un tiempo con él me ha forzado a toparme con la Teoría Polivagal de Stephen Porges (mirar wikipedia nunca está de más) - que no progres - en medio de mi trabajo de revisión bibliográfica. Esta teoría, que Andrew comenta también en este trabajo recopilatorio, propone que el vínculo entre cuerpo y mente no debe ser entendido como tal, sino más bien un vínculo entre el sistema nervioso central más relevante (el cerebro y otros órganos encefálicos aledaños) y otras partes del sistema nervioso (el periférico, el entérico…) que actúan sobre otras células de tipo no nervioso de forma directa. Algo así como que en realidad no debemos pensar en un vínculo cuerpo-mente sino en una jerarquía entre sistema nervioso central > periférico > otras células no nerviosas que son las verdaderas ejecutoras.

En este contexto entonces sería más apropiado pensar en el estado de esta cadena de mando, y a menudo cuando los que mandan funcionan mal, los que son mandados funcionan peor, lo cual a su vez afecta de nuevo a la cadena de mando y todo ello termina en un desbarajuste generalizado. Parece difícil entenderlo tanto así pero hay que recordar que, aunque no entendamos exactamente de dónde surge la consciencia, esta tiene forzosamente que surgir de nuestro organismo. Nuestro organismo son células en mayores o menores niveles de organización y coordinación de modo que, así como cagar es el resultado de un arduo y complejísimo proceso digestivo; ser conscientes - con sus emociones y sus razonamientos y el pack completo - también debe ser el resultado de un proceso largo que implicaría millones de células y unas dinámicas de funcionamiento como sistema unificado - o sistema complejo que se viene a llamar últimamente - que no llegamos a comprender del todo. No hay que tener verguenza de reconocer que no se sabe todo, lo vergonzoso es buscar una respuesta incompleta y poco plausible y creérsela a falta de nada mejor. Vivir en la ignorancia tiene una parte de artístico, de artesanía de la mente.

A todo esto, aunque no sepamos todo, sí sabemos ciertas cosas. Stephen Porges parece que sabe bastante porque ha escrito numerosos artículos refinando su teoría y, finalmente, ha sacado un libro del cual creo que ya hay dos ediciones. Yo tuve una en las manos durante meses sin llegar a ser capaz de leerlo entero. No me averguenzo tampoco de decirlo, era un libro denso, no era un libro estrictamente divulgativo sino más bien de divulgación académica. Sobre un tema que toca diversos campos pero no esperas que esos investigadores interesados se vayan a leer tus 40 artículos sacados a lo largo de 2 décadas.

Lo hermoso de esta teoría era el fundamento neuro-anatómico tan intuitivo que nos mostraba. Un nervio, el Nervio Vago, que se convierte en el vínculo más importante entre diferentes niveles de funcionamiento corporal y diferentes niveles de procesamiento cognitivo, creando una serie de loops o procesos retroalimentativos que mantienen - en teoría - un equilibrio natural y sano entre lo que llamamos cuerpo y lo que llamamos mente. O mejor dicho, un delicado vínculo entre el estado mental (que no es solo luces en el cielo, aunque no sepamos lo que es algo hay ahí, eso está claro) y el estado de salud física.

[Disclaimer: No pretendo en absoluto ser reduccionista al decir que el estado mental tiene un substrato celular, ni tampoco pretendo quitarle su relevancia a la experiencia personal de sentir dicho estado mental, algo propio que la ciencia ni quiere ni va a arrebatar a nadie. Todos tranquis.]

El Nervio Vago se llama vago porque tiene un recorrido difuso, vago, que cubre prácticamente todos los órganos (quizás todos?), no porque no trabaje en abundancia. Y lo que se ve es que como nervio craneal situado entre los más importantes del cuerpo (todos lo son, sería imposible decir cuál es el que más) ha tenido una serie de reformas históricas de las que quedan marcas. Se encuentra un nervio vago arcaico, que controla más los movimientos entéricos y otras funciones muy básicas y remotas evolutivamente, que oscilaría entre sentir que existe una amenaza para la vida (poniendose a tope con sobrevivir) o no existe (entonces chill); un nervio vago intermedio y otro más reciente.

Consultar imagen ahora, ya que hace más de dos años que no consulto la bibliografía y mi intención no es sino la de ordenar pensamientos, no la de retomar la investigación por este brote jamás cultivado.

Fuente: “Polyvagal Theory Dr Stephen Porges” by Matthias Schwenteck in YouTube (consultado a 28/03/2020)

Fuente: “Polyvagal Theory Dr Stephen Porges” by Matthias Schwenteck in YouTube (consultado a 28/03/2020)

A todo esto, la teoría tiene mucha implicación en el día a día de nuestra experiencia pero también tiene otra cara. ¿Qué ocurre si estos delicados equilibrios (aunque sorprendentemente resistentes a menudo) finalmente se rompen y no pueden volver a funcionan correctamente? Psychological breakdown ante un evento catastrófico. ¿Es posible un tratamiento? ¿Quizás el nervio vago deba ser un objetivo en nuestros esfuerzos de tratamiento a víctimas de ciertos traumas vitales? No lo sé, aunque se propone que sí y de hecho Stephen Porges lo vende muy bien, claro que es evidente que lo tiene que vender bien siendo su teoría. Aquí su blog

He encontrado un podcast sobre el tema que me guardo aquí como bibliografía para mi mismo aunque no me lo he escuchado todavía, sí que soy fan de ese podcast… más o menos. Poco artístico a veces quizás. Un programa de radio siempre tiene que entretener y con estos a veces parece que tengas que tomar apuntes, pero bueno, no está mal.

También dejo aquí y aculá un par de vídeos de Youtube que explican el tema razonablemente bien.

El caso es que Andrew se puso a escribir sobre su amado HRV, sobre nuestro GENIAL model y su implicación con la Polyvagal Theory y todo ello en el marco de la salud mental mundial y cómo está afectando y siendo afectada por la salud física mundial. Como cabe esperar, hay muchos datos malísimos que parece que nos condenan como especie a vivir un siglo de crisis moral en que a nadie le importa ya nada y tenemos como especie un gravísimo caso de depresión (con su falta de higiene personal, de cuidado por nuestro prójimo, de planificación para el futuro…). Vaya vaya, bueno, se veía venir, lo notamos todos un poco. Por lo menos tenemos al bueno de A.H.K. trabajando para salvarnos el culo, por un módico precio.

Ahora solo falta leerlo.

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Juan A. Arias
Investigador Doctoral

Mis intereses incluyen Biología, Neurociencias, Bioestadística, Neuroimagen, Aprendizaje Estadístico y Comunicación Científica.

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